No dejéis de leer este estupendo artículo, sobretodo aquellos que me preguntais sobre formas de poner en prácticas tanta teorías que solemos leer. Aquí doce puntos para ayudar a nuestros hijos a recuperarse tras un tropiezo o aprender a reaccionar ante un traspies con la respuesta más positiva. El artículo completo en psicopedia.org.
La resiliencia es la fuerza más poderosa que se puede tener. Supone la capacidad de doblarse antes de romperse
ante la presión y la adversidad, y salir de este modo reforzado de
ellas. La resiliencia es por lo tanto de vital importancia. Ayuda a
tener una vida más feliz. Pero al igual que cualquier otra fuerza o
destreza, debe ser probada y utilizada regularmente con el fin de
hacerla crecer.
Pero ¿Cómo hacer crecer en los niños esta inmensa fuerza de la resiliencia? Aquí hay algunas maneras de hacer que nuestros niños crezcan más resistentes:
1. No entres en pánico.
No es posible evitar siempre la adversidad, pero podemos aprender a
manejarla. Es importante establecer las bases para el manejo del estrés a
medida que tu hijo crece.
2. Resiste la tentación de “rescatar del peligro”.
Los pequeños errores cometidos de pequeños ayudan a los niños a lidiar
mejor con los problemas más grandes que seguro vendrán en el futuro.
4. Quiérelo por lo que es, no por lo que hace. Es bueno tener grandes expectativas sobre su comportamiento, pero no dejes que tu amor dependa de su desempeño.
5. Utiliza las palabras.
Está bien tener sentimientos fuertes, pero es importante expresarlos
adecuadamente. Las palabras nos ayudan a manejar nuestros sentimientos y
a recuperarnos de las decepciones.
6. Utiliza la lluvia de ideas para resolver problemas. Ayuda a tus hijos a discutir los problemas, ya sean grandes o pequeños.
7. Deja la indulgencia para los abuelos.
No te apresures a comprar lo último en ropa, zapatos o jueguetes. Los
niños que tienen un poco menos trabajan más duro y priorizan mejor que
aquellos a los que se les colma de cosas materiales.
8. Dales tareas. La responsabilidad construye un sentido de ser necesario, y enseña a los niños lo mucho que pueden aportar.
9. Fortalece la capacidad de esperar.
Retrasar la gratificación es difícil, pero es importante para el éxito
futuro. Enséñale rimas y canciones para cantar mientras espera, y juega
con él para pasar ese tiempo.
10. Encuentra y fomenta sus fortalezas. Cada niño tiene sus puntos fuertes. Ser bueno en algo le ayudará a recuperarse en los tiempos difíciles.
11. Valora el poder de lo positivo.
Habla acerca de las cosas buenas que sucedieron hoy. Encontrar los
aspectos positivos de la vida aumenta la flexibilidad y la felicidad.
12. Valora y admira la diferencia. Es la diversidad y la singularidad de cada uno lo que en definitiva nos hace fuertes.
13. Participa en proyectos comunitarios.
Hay mucho trabajo que hacer para mejorar las condiciones y los derechos
de otras personas. Trabajar para otros construye un importante sentido
de gratitud interna por lo que se tiene.
Fuente: La Petite Academy Dra. Heather Wittenberg
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