jueves, 23 de junio de 2011

Ser niño está en el ahora - Pam Leo


"Dejad que usemos el sentido común y miremos qué clase de vida podemos ofrecerles a nuestros hijos."


A menudo oigo a gente decir: "Los niños de hoy son diferentes, yo nunca me hubiera comportado así de pequeño." ¿Realmente son diferentes los niños o es su vida la que es distinta? Liedloff señala en su libro "En busca del bienestar perdido" que "la lógica natural excluye creer en una evolución que produce una especie que vuelve loca a sus padres ". Se suele recomendar a los padres primerizos que hay que disfrutar de los niños mientras son pequeños. Pero, ¿cuánto tiempo dedicamos verdaderamente cada día con disfrutar a los niños?


Muchos padres se pasan la mayor parte del día con luchar contra ellos, en vez de disfrutarlos. ¿Cómo hemos llegado hasta ese punto? ¿qué es lo que convierte hoy en día la crianza más en batalla que gozo? La crianza de los niños no ha sido nunca una labor para una o dos personas.


Antes, los padres tenían una aldea, una tribu o como mínimo, una familia extensa. Estos ayudaban en el cuidado de los niños y pasaban tiempo con ellos. Hoy quedan pocas familias que cuentan con apoyo de abuelos, tíos o canguros que convivan bajo el mismo techo. Aunque convivan padre y madre, uno de los dos suele ausentarse mucho tiempo al día. Cuando hay un solo adulto que se ocupa de los niños, a menudo no queda ni tiempo ni atención ni energía para cubrir las necesidades de cada uno. La mayoría de las familias cuentan con demasiado poco apoyo adulto: independientemente de que una familia se componga de una madre soltera y un niño; madre y padre y un hijo; o incluso siendo una familia "patchwork" con varias madres, padres y hermanastros.


Del mismo modo que el llanto del bebé está hecho para llamar nuestra atención y ponernos en marcha para cubrir las necesidades del bebé, el comportamiento del niño (motivado por una fuerte necesidad) tiene como fin llamar nuestra atención y movernos hacía la resolución de esta necesidad. A pesar de ello, a menudo los adultos intentan cambiar el comportamiento del niño cuando manifiesta con un comportamiento "malo" sus necesidades no cubiertas.


Ese comportamiento "difícil" se mantendrá mientras tratamos de cambiar el comportamiento en vez de cubrir dichas necesidades. Si observamos nuestro propio comportamiento en el momento en el que el niño nos está "volviendo locos", en la mayoría de veces nos daremos cuenta que no hemos pasado apenas tiempo con ellos, y que estábamos demasiado ocupados y estresados para conectar verdaderamente con ellos. Si observamos nuestro comportamiento en aquellos momentos en los que estamos a gusto con los niños, nos daremos cuenta que estamos ocupando nuestro tiempo con ellos y no les estamos llevando de un sitio a otro sin parar.


Hay muchos motivos por los que los niños tienen necesidades sin cubrir. A veces no podemos escuchar las necesidades de nuestros hijos porque nuestras propias necesidades gritan demasiado fuerte. A veces nos falta información acerca de sus necesidades. A veces nos falta confianza en nuestro instinto de tal manera que escuchamos consejos que se oponen a la posibilidad de cubrir las necesidades de los niños. Pero la mayoría de las veces el verdadero motivo porque los niños no obtienen lo que necesitan es el hecho de que nuestra vida está demasiado ocupada y que no tenemos suficiente tiempo para estar con ellos y para dejarles ser ellos mismos.


Uno de los motivos por el que los padres están demasiado ocupados es que no hay suficientes adultos para ocuparse de todas las cosas que hay que hacer. La pérdida de la familia extensa ha significado un auténtico desastre para la crianza de los niños y para la infancia. La infancia de hoy en día se diferencia bastante de lo que ha sido en otros momentos. Los padres tienen muchas más cosas que hacer y se espera de los niños que se adapten al ritmo. Hay tantas cosas más que hacer y tantos sitios más a los que ir. Los niños han de ir a la guardería, a la escuela, a actividades, y otras citas. Se pasan el mismo tiempo yendo y viniendo a todas estas actividades que en las actividades en sí. Los niños se pasan mucho tiempo "de camino".


Los niños necesitan tiempo con sus padres y tiempo para juego libre, tiempo para solamente ser ellos mismos. Y de eso, los niños de hoy en día, no tienen mucho a su disposición. La mayoría de los niños pasan menos tiempo que nunca en casa con sus familias. La mayoría de los padres me dicen que los tiempos con más conflictos son aquellos que son de transición. Se convierte en batalla salir de casa por las mañanas y el acostarse por las noches. Parece que lo que más nos irrita es al mismo tiempo lo que más nos gusta de nuestros hijos.


Los niños viven en el aquí y ahora. Su atención se dirige a lo que necesitan y sienten o hacen en cada momento. Si les forzamos a salir de casa o a ir a la cama, no estamos en el aquí y ahora. Estamos pensando en a dónde vamos o en lo que tenemos por hacer dentro de un rato. Corresponde a la naturaleza que se opongan a hacer otra cosa, si la transición implica interrumpir la actividad que les está aportando felicidad y satisfacción en ese momento.


El único verdadero conflicto entre hijos y padres es un conflicto de necesidades. Salir de casa es una necesidad nuestra. También es nuestra la necesidad de acostarles. Ellos saben que salir de casa o acostarse no corresponde a sus necesidades si no tienen cubierta su necesidad de pasar tiempo con nosotros o ser ellos mismos. Y este conflicto de necesidades se convierte en una lucha de poder cuando los niños expresan sus carencias mediante el comportamiento, y ese comportamiento choca con las necesidades de los padres. Muchos padres me han contado este verano cuánto habían disfrutado de sus hijos en las vacaciones o cuando tenían visita de familia o amigos. La respuesta siempre ha sido la misma al preguntarles por qué disfrutaban en estos momentos tanto de sus hijos: "teníamos más tiempo y había más adultos para hacer las cosas que hay que hacer, de modo que todo el mundo tenía más tiempo para sí mismo y más energía para los niños."


¿Cómo podemos conseguir que sea así más a menudo en nuestro día a día? Podríamos comenzar por obtener más recursos de adultos. Nosotros los padres podemos pedirles a familiares o amigos que
pasen más tiempo con nuestras familias de forma regular. Podemos invitar a otras familias a hacer alguna actividad con nuestra familia, y podemos invitar a amigos solteros a formar parte de nuestra familia. Podemos intentar formar una familia extensa de elección. Si hay más adultos que puedan cubrir las necesidades de los niños, entonces ocurren menos conflictos de necesidad y por tanto hay menos luchas de poder. Podría significar un gran avance positive el solo hecho de contra con una sola hora semanal con más recursos de adultos. Hace falta pedir apoyo para conseguir más recursos. La mayoría de los padres tienen dificultades para pedir algo. Quizá tenemos la sensación de ser pesados o pensamos que deberíamos poder apañárnoslo solos. Pero en realidad nadie de nosotros consigue esto con buen resultado solo. Esto nos lo ha enseñado el tiempo. Tenemos que cooperar para que funcione todo bien.


Los niños que hoy dependen de nosotros para cubrir sus necesidades serán adultos mañana y tendrán que cubrir nuestras necesidades. Solo podrán dar aquello que han recibido de nosotros. No tendremos una segunda oportunidad para disfrutar de nuestros hijos mientras sean pequeños. Hace falta tiempo, energía y recursos humanos para cubrir esas necesidades. Tendremos que pasar mucho tiempo con el comportamiento resultante de las necesidades no cubiertas cuando los niños son más mayores, si no buscamos los recursos necesarios para poder obtener el tiempo y la energía necesaria para cubrir las necesidades de los niños ahora que son pequeños. Ser niño está en el ahora. Cuantos más recursos conseguimos, antes podemos cubrir las necesidades de todos. Cuantas más necesidades cubrimos de todos, más podemos disfrutar todos de los niños cuando sean pequeños y cuando sean grandes. Pam Leo. http://www.connectionparenting.com/

Mi experiencia con niños me dice que se puede disfrutar de su compañía cuando tienen sus necesidades cubiertas y no son vulneradas por nada. He aprendido que los niños no cuentan siempre con las palabras adecuadas para comunicarnos lo que necesitan. Por eso manifiestan sus fuertes necesidades con su comportamiento. Cuando no disfrutamos con los niños , generalmente es una necesidad no cubierta lo que provoca un determinado comportamiento.

http://criandoamando.blogspot.com/2011/05/ser-nino-esta-en-el-ahora-pam-leo.html

1 comentario:

Isabel dijo...

Los niños necesitan de los adultos, de los abuelos. Yo no tuve esa gracia divina y lo siento tener a un abuelo con el cual conversar. Esas peleas de familia y separaciones sirven sólo para entristecer, la separación de los vínculos se parecen a la mutilación de un cuerpo. La familia es un cuerpo. En ese cuerpo las energias de vida circulan y se retroalimentan.
Los jóvenes de hoy no reciben esa energía.Ni el amor necesario para tener una infancia feliz y una vida adulta que pueda llamarse normal, y qué decir de la vejez si es que llegan.