jueves, 3 de abril de 2014

AMOR INCONDICIONAL

Precioso texto de los Indios Hopi, sobre el  amor incondicional.

Eres único-diferente de todos los otros.
Sin reserva ni duda, permito que estés en el mundo como eres, como estás,
sin un pensamiento o palabra de juicio.
No veo error alguno en las cosas que puedas decir y hacer, sentir y creer
porque entiendo que te estás honrando a ti mismo al ser y hacer
lo que es verdad para ti.
No puedo recorrer la vida con tus ojos ni verla a través de tu corazón.
No he estado donde tú has estado ni experimentado lo que tú has experimentado,
viendo la vida desde tu perspectiva única.

Te aprecio exactamente como eres,
siendo tu propia y singular chispa de la Conciencia Infinita,
buscando encontrar tu propia forma individual de relacionarte con el mundo.
Sin reserva ni duda, te permito cada elección
para que aprendas de la forma que te parezca apropiada.
Es vital que seas tu propia persona
y no alguien que yo u otros piensen que “deberías” ser.
En la medida de mi capacidad, sin denigrarme o ponerme en un compromiso,
te apoyaré en eso.

No puedo saber lo que es lo mejor para ti, lo que es verdad para ti o lo que necesitas
porque no sé lo que has elegido aprender, cómo has elegido aprenderlo,
con quién ni en qué periodo de tiempo.
Sólo tú puedes sentir tu excitación interna y escuchar tu voz interna,
yo sólo tengo la mía.

Reconozco que, aunque sean diferentes entre sí,
todas las maneras de percibir y experimentar
las diferentes facetas de nuestro mundo son válidas.
Sin reserva ni duda admito las elecciones que hagas en cada momento.
No emito juicio sobre esto
porque es imprescindible que honre tu derecho a tu evolución individual,
porque esto da poder a ese derecho para mí y todo el resto.

A aquellos que elegirían un camino que no puedo andar o que no andaría,
y aunque elija no añadir mi poder y mi energía a ese camino,
nunca te negaré el regalo de amor que Dios me ha concedido,
para toda la creación.
Como te amo, así seré amado.
Como siembro, así recogeré.

Sin reserva ni duda, te permito el derecho universal de
libre albedrío para andar tu propio camino,
creando etapas o manteniéndote quieto cuando sientas que es apropiado para ti.
No puedo ver siempre el cuadro más amplio del Orden Divino
y así no emitiré juicio sobre si tus pasos son grandes o pequeños,
ligeros o pesados o conduzcan hacia arriba o hacia abajo,
porque esto sólo sería mi punto de vista.
Aunque vea que no haces nada y juzgue que esto es indigno,
yo reconozco
que puede que seas el que traiga una gran sanación al permanecer en calma,
bendecido por la Luz de Dios.

Porque es el derecho inalienable de toda vida el elegir su propia evolución,
y sin reserva ni duda reconozco tu derecho a determinar tu propio futuro.
Con humildad, me postro ante la comprensión de
que si el camino que veo es mejor para mí
no significa que sea también correcto para ti,
que lo que yo creo no es necesariamente verdad para ti.
Sé que eres conducido como yo lo soy,
siguiendo tu excitación interna para conocer tu propio camino.

Sé que las muchas razas, religiones, costumbres, nacionalidades y creencias
en nuestro mundo nos traen una gran riqueza
y nos procuran los beneficios y enseñanzas de tal diversidad.
Sé que aprendemos en nuestra manera única
para devolver ese amor y sabiduría al todo.
Entiendo que si solo hubiese una forma de hacer algo,
sólo necesitaría haber una persona.

Apreciaré tu luz interior única
te comportes o no en la manera en la que considero que deberías,
o creas en las cosas que yo creo.
Entiendo que eres verdaderamente mi hermano y mi hermana,
aunque hayas nacido en un lugar diferente y creas en diferentes ideales.

El amor que siento es por absolutamente todo lo que es.
Sé que cada cosa viva es una parte de una conciencia
y siento un amor profundo por cada persona, animal, árbol, piedra y flor,
cada pájaro, río y océano y por todo lo que es en todo el mundo.

Vivo mi vida en servicio amoroso, siendo el mejor yo que pueda,
haciéndome más sabio en la perfección de la Verdad Divina,
haciéndome más feliz, más sano, y cada vez más abundante y gozoso.

Aunque a lo largo del camino me gustes, sienta indiferencia por ti, o me disgustes,
no voy a dejar de amarte,
de honrar tu singularidad
y de permitirte ser tú.

Esta es la llave de la paz y armonía en nuestras vidas
y alrededor de nuestra Tierra
porque es el broche del
Amor Incondicional.

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