Hay días para todos los gustos y colores. …Días
en los que amanece y lo ves todo brillante lleno de vida y otros que no
querrías ni abrir los ojos…. El mundo de los adultos es así, ¿pero y el de los
niños?. Muchas veces pensamos que su mundo debe de ser lineal, nada de llantos,
nada de enfados.. …todo alegría y rabietas ¡ninguna!... No llores que no es
para tanto... porque te enfadas si no hay motivo, ... Y eso no es para nada real
y mucho menos justo. El estrés, cansancio acumulado, las preocupaciones…. muchas
veces no nos dejan ver sus sentimientos, sus vivencias, su mundo pequeñito… y
es entonces CUANDO NO ESTAMOS A LA ALTURA….. lo digo en mayúsculas para que
suene fuerte y podamos reflexionar. Está claro, somos humanos nos
equivocamos, y les chillamos cuando las cosas se pueden decir hablando, les
soltamos frases que duelen y esperamos que ellos reaccionen como adultos…..
pero son niños y nosotros padres en proceso de aprendizaje.
Y todo esto a que nos lleva... pues nos llega
al mayor regalo que nos dan nuestros hijos, y que muchas veces somos incapaces
de ver. Ellos nos enseñan a ser mejores personas, con su nobleza, su visión
ingenua de la vida, su amor incondicional….... Aprovechemos ese
gran regalo y cuando llegue el momento en el que no estemos a la altura, seamos
capaces de parar y mirarles con todos nuestros sentidos….. Y si no nos ha dado
tiempo seamos humildes y hablémosles con sinceridad, con el mismo amor que
ellos nos dan cada día, a pesar de nuestros errores….. Porque les queremos y
queremos que sean felices. PONGAMONOS A SU ALTURA, A LA DE SUS OJOS SEAMOS
CAPACES DE ABRAZARLES CON TANTO AMOR TRANSPARENTE Y SINCERO COMO ELLOS NOS DAN
CADA DÍA.
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