miércoles, 30 de diciembre de 2009

La Lactancia Materna es el mejor regalo de salud, y sus beneficios perduraran toda la vida



La leche humana tiene gran cantidad de componentes que ayudan a desarrollar el cerebro humano.
Mejor desarrollo psicomotor, emocional y social.
La lactancia materna es la mejor manera de criar a sus hijos desde el punto de vista inmunológico, nutricional y afectivo.
Nutrición optima, especialmente del sistema nervioso central
Siente Confianza y seguridad. Desarrollo de una personalidad más segura e independiente.
La lactancia materna llena la necesidad del bebé de estar cerca de su mamá (que es tan importante como su necesidad de comer.) Favorece al vínculo madre-hijo, logrando mutuo conocimiento y contacto más estrecho.
Menor incidencia de maltrato infantil y abandono, por los lazos afectivos que se crean.
La leche humana promueva el desarrollo y crecimiento normal y saludable.
Menor incidencia de desnutrición infantil.
Propiedades nutricionales: la leche materna constituye el mejor alimento, temperatura ideal, composición ideal para la digestión del niño, cantidad justa durante el día, e higiénica, ya que pasa directo del pecho de la madre a la boca del niño.Permite un crecimiento y desarrollo adecuado, previniendo la obesidad
Disminución de la morbi-mortalidad infantil. La Organización Mundial de la Salud estima que un millón y medio de muertes infantiles podrían evitarse cada año a través de una lactancia efectiva.
Amamantar reduce el riesgo de muerte súbita del lactante. Tiene un tercio del riesgo de sufrir muerte repentina de cuna. Colecho: Cuando la madre y el bebe comparten la cama de noche, se observa una mayor cantidad de mamadas nocturnas y una lactancia incrementada. Por eso se sugiere que el colecho podría proteger contra en síndrome de muerte súbita infantil.

Lactar ayuda a evitar alergias; los anticuerpos pasan de la madre al bebé a través de la leche; los nutrientes de la leche se asimilan mejor.

La leche materna es un líquido vivo que protege al bebé contra las infecciones. La leche humana contiene inmunidad que es pasada a tu hijo. Los niños amamantados se enferman con menos frecuencia. El niño que lacta tiene un 50% menos probabilidad de enfermarse durante su primer año de vida. Tiene un riesgo 10 veces menor de requerir hospitalización durante su primer año de vida. Durante el primer año, el bebé depende de la leche de su madre para luchar contra las infecciones porque su propio sistema inmunitario no está completamente desarrollado.
Se ha demostrado que cuanto más a menudo maman los niños durante los primeros días de vida menor es la incidencia y severidad de la ictericia fisiológica.
Tienen menos otitis, linfomas infantiles y diabetes, entre otras enfermedades. Tiene la mitad de la incidencia de otitis media de la de los niños alimentados con leche artificial para bebés y 64% menos de recurrencia. El calostro, la leche producida en los primeros días, es la primera “inmunización esencial”.
Los bebés alimentados con Lactancia Materna tienen un menor riesgo de otitis, eccema, asma...
Los bebés amamantados padecen de menos alergias.
Tiene un riesgo 5 veces menor de contraer Giardia durante el tiempo que está lactando.
Tiene 5 veces menos riesgo de infecciones del sistema urinario durante los 6 primeros meses.
Tiene menos incidencia de infecciones gastrointestinales. Prevención de la diarrea: La lactancia materna exclusiva ayuda a prevenirla. Los niños amamantados tienen menos enfermedades y tienen un riesgo reducido de muerte por infecciones tales como diarrea o infecciones respiratorias agudas. Los niños tienen 25 veces más probabilidad de morir por diarrea en los primeros 6 meses de la vida si no son exclusivamente amamantados.
Por un año o más, tiene mitad del riesgo de llegar a ser diabético tipo 1.
Tiene 4 veces menos riesgo de contraer infecciones que causan meningitis.
Exclusivamente durante los primeros 6 meses, tiene un riesgo 50% menor de desarrollar linfoma y leucemia antes de los 15 años que los niños que no fueron lactados.
La influencia de la lactancia materna en el desarrollo de la cavidad oral: muestra que alimentando con biberón se observan implantes dentarios anormales.
Se expone menos a caries o tratamientos de ortodoncia como los niños que se alimentan con biberón.
Tienen menos propensión para necesitar gafas.
Leche materna y coeficiente intelectual de los niños: Un seguimiento hasta los 18 años de edad, muestra que los alimentados con leche materna tenían un coeficiente intelectual significativamente mayor (8,3 puntos de ventaja, donde 100 es "inteligencia normal") y un mayor rendimiento escolar que los alimentados con leche de formula.
La leche materna protege contra el asma

Durante los primeros meses de vida del bebé, la lactancia natural protege ante el riesgo de padecer asma en un futuro. Su alto contenido en nutrientes evita la aparición de numerosos problemas respiratorios.

La lactancia materna es abundante en nutrientes que la convierten en la única leche que “contribuye a potenciar las defensas de los niños”, afirmó la Sociedad Española de Neumología y Cirugía Torácica (SEPAR).
La Organización Mundial de la Salud (OMS) señala que hay que recuperar la lactancia natural, pues tiene “comprobados beneficios en la salud del niño”. Además, la SEPAR destacó que la numerosos estudios han llegado a la conclusión de que la leche de la madre “es fundamental para lograr un crecimiento y desarrollo infantil óptimos”.
El asma es un trastorno respiratorio que, actualmente, afecta a entre el 10 y el 17% de la población infantil que reside en las grandes ciudades o en áreas industriales. El porcentaje aumentará, según la SEPAR, hasta que uno de cada cinco o seis menores padezca esta enfermedad en el año 2005.
También se resaltó que era falsa la creencia de que el asma se cura con el tiempo, aunque es verdad que durante el comienzo de la adolescencia algunos asmáticos consiguen una mejoría, muchas veces transitoria; pues menos del 20% de los enfermos eliminan totalmente los síntomas después de la pubertad.
En cuanto a la leche materna, hay que indicar que amamantar supone para la madre acercarse aun más a su hijo. Pero además, reduce el riesgo de sangrados tras el parto, así como determinadas infecciones, cáncer de pecho y de ovarios y anemia ferropénica, entre otros.
Mientras que el bebé alimentado con leche natural tendrá menos riesgo de padecer diarrea, infecciones de oído, de los tractos urinario y respiratorio, y, por supuesto, asma.

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