martes, 1 de abril de 2014

La cuerda locura de educar en la creatividad

 Comparto este artículo de la página, la nueva ruta del empleo, titulado "La cuerda locura de educar en la creatividad". 


creatividad-en-los-ninos
Creemos que es posible y por eso, Creamos.
Hoy comienzo con una pregunta: ¿Te consideras una persona creativa? ¿Ves a tu hijo, hija como un ser creativo? Antes de que me contestes, ¿qué es para ti la creatividad? Se habla mucho de ella y de lo necesario que es fomentarla en nosotros, en nuestros hijos, en la escuela, la empresa…Y casi siempre relacionamos la creatividad con lo artístico, la pintura, la música, las artes escénicas, pero Creatividad es mucho más que eso.

Creatividad es la capacidad de construir nuestra propia vida, aquella que queremos crear. Y por eso, la creatividad está directamente relacionada con nuestro autoconocimiento, cuanto más vamos descubriendo sobre quién somos, nuestros valores, nuestras pasiones... nuestra capacidad de “construcción” aumenta. Contamos con más herramientas, más opciones, más confianza en quién somos y lo que queremos. Y lo más importante: creemos que es posible y por eso, creamos.
La creatividad es un proceso, no es algo estático, es movimiento, es aprendizaje continuo, esa es la esencia de la creatividad.

“Aquello que enriquece al niño en su capacidad creativa no es la obra creadora, sino su proceso creador; es decir, ese suceder continuo de decisiones, de toma de postura ante un diálogo abierto con aquello que se está creando. Esto es lo que le afianza en su personalidad. ¿Y no es acaso esto la base de partida de toda educación? Lo que no queda plasmado en el papel, aquello que no se puede elogiar como obra maestra, puesto que no se ve ni se oye, es importante porque ha quedado plasmado en lo más profundo del ser, y es el alimento de sus raíces que ha sido engendrado durante el proceso creativo” (Adriana Bisquert).

La creatividad te conecta a la pasión, a la confianza, al amor, porque sólo desde ahí podemos crear. Y es que el auténtico pensamiento creativo debe ir acompañando de una visión positiva. Sólo cuando creamos desde el amor, cuando nuestra creatividad está orientada a construir, a aportar, a transformar(nos), teniendo en cuenta el beneficio común, sólo entonces, la creatividad nos acerca a eso que llamamos felicidadY es que los apellidos de la creatividad son la confianza, la responsabilidad, la libertad, pasión, el descubrimiento, la transgresión, aventura, silencio…y sí, un poquito de locura. 

¿Sabes quienes son las personas más creativas del mundo? ¡Los niños! En ellos se dan de manera natural los elementos esenciales para desarrollar la creatividad. Su ingenuidad y espontaneidad hacen que estén abiertos a vivir y sentir la vida sin esos filtros que a los adultos nos limitan, los prejuicios, los convencionalismos, los miedos. Los niños huyen de la costumbre y la tradición, que hacen que hagamos las cosas siempre de la misma manera, ellos SE ATREVEN a mirar las cosas de otra manera fuera de lo común.

“Lo hice bien porque no sabía hacerlo y estaba lleno de asombro y dudas” (E. Chillida).

¿Y la principal herramienta para esto? La pregunta. Los niños son grandes “preguntadores”, están ávidos de conocimiento. Su interés está en saber más y más. Es lógico, están descubriendo el mundo al que no hace mucho llegaron. Preguntan y no se conforman con la respuesta, ya que esa pregunta les lleva a otra…y así es como ellos crean su mundo. Pero vamos creciendo, incorporando rutinas, prejuicios, miedos…y ese arte de hacer preguntas desaparece. Nos da tanto miedo hacer el ridículo, nos importa tanto el qué dirán que preferimos quedarnos sin respuestas antes que “arriesgarnos” a preguntar y que se rían de nosotros.

“Todos los niños nacen artistas, el problema es seguir siendo artista al crecer” (Picasso).

¿Cómo podemos acompañar a nuestros hijos a desarrollar la creatividad?
  • Fomentando espacios de confianza. Fortaleciendo su autoestima, que ellos sientan que pueden crear la vida que elijan. 
  • Apoyando a nuestros hijos, alumnos, a desarrollar, investigar, probar aquello que les atrae, les apasiona, les motiva. Y vivir desde la confianza, la incertidumbre de que las cosas pueden salir o no, de que el error es oportunidad y es un paso importante que nos ayuda a avanzar, a aprender y a crecer. 
  • Facilitando espacios de juego, de movimiento. El juego libre, la experimentación con materiales, la aventura a través de nuevas experiencias, dejando que prueben, que se equivoquen, que pregunten. 

La inspiración, esa musa que nos visitas y nos acompaña en el proceso creativo, nos suele pillar “desprevenidos”, en momentos de desconexión, cuando estamos disfrutando de aquello que nos gusta, bailando, corriendo, cantando…Deja que los niños jueguen con sus musas, escuchen su intuición, sigan adelante sin miedos, ellos no necesitan esa sensación de seguridad y control, sí Confianza que no es lo mismo.

Dice Serrat que los niños son esos “locos bajitos” y sí, ese punto de locura es otro ingrediente básico para la creatividad. Por eso deberíamos cuidar más a nuestros niños, son artistas en estado puro, están conectados con sus emociones, con su intuición, aún sin muchos miedos que luego les transmitimos los adultos, son pasión y amor, son observadores, exploradores, atrevidos y saben como nadie reconocer lo esencial y es desde ahí como son nuestros auténticos Maestros de Vida.

“En cierta ocasión una niña entró en el taller de un escultor. Durante largo rato estuvo disfrutando de todas las cosas asombrosas que había en el taller: martillos, cinceles, pedazos de esculturas desechadas; bocetos, bustos, troncos…todo tipo de materiales. Pero lo que más impresionó a la niña fue una enorme piedra tosca, llena de magulladuras y heridas. Era una piedra sin forma, desigual y rozada por el transporte desde su lugar de origen. 

La niña estuvo acariciando mucho rato la superficie rugosa de la piedra y, después de un rato, se fue. A los pocos meses la niña regresó al taller y vio sorprendida que en lugar de la enorme piedra se erguía un hermosísimo caballo que perecía ansioso de acabar de liberarse de la fijeza de la estatua y ponerse a galopar. Entonces la niña se dirigió al escultor y le dijo:

-¿Cómo sabías tú que dentro de esa enorme piedra se escondía este precioso caballo?”.

Y es que educar en la creatividad es educar para acompañar a que los niños y niñas se conviertan en personas flexibles, confiadas, apasionadas, amorosas, transgresoras, originales y preparadas para asumir riesgos, errores y listas para afrontar los problemas y obstáculos que se vayan presentando desde una actitud abierta, positiva y respetuosa.

No hay comentarios: