Comparto este artículo de Gema Lendoiro, sobre la violencia sobre los niños, porque no esta bien, lo mires por donde lo mires. Y no hay excusas que lo justifiquen. Artículo completo aquí.
A los niños no se les pega. Nunca. Jamás. Por favor, no pegues a tus hijos
Publicado por Gema Lendoiro el mar 12, 2014
Una niña de cinco años juega con otras de su edad
en un parque improvisado al lado de un restaurante. Todas van vestidas
muy guapas y con vestidos hechos especialmente para la boda de la tía de
una de ellas. La niña de cinco años, la más traviesa, se tira por el
tobogán, calcula mal el impulso y cae de culo sobre un charco con algo
de agua y barro. Le duele el culo y llorando se va al restaurante a
pedir consuelo a su madre. Ésta, cuando la ve, se queda horrorizada al
ver el traje tan sucio y le suelta un tortazo:
-¡Te dije que tuvieras cuidado!, ¡Fíjate cómo te has puesto!
La niña se siente terriblemente humillada, no sabe qué decir. Quiere abrazar a su madre pero ésta está muy enfadada.
Esta niña soy yo. Esto que cuento es real. Y jamás lo olvidé.
Curiosamente mi madre, sí. No se lo tengo en cuenta, lo he perdonado.
Pero jamás olvidaré la humillación y el desamparo por haberme dado un
bofetón delante de tanta gente ¡por haberme manchado un vestido que ni
siquiera era cómodo para jugar! ¿Quién ha tenido la culpa? ¿el adulto
por no haber facilitado una ropa adecuada para jugar o el niño por hacer
lo que los niños hacen que es jugar?, ¿de verdad es tan importante
estar guapa?
Leo
la noticia del padre pamplonés condenado a pagar 213 euros a su hijo
por haberle pegado, según la sentencia, le dio una colleja, lo levantó
fuertemente del brazo, dejándole moratones en él, lo tiró sobre la cama y
le pegó en las nalgas. Según el parte de lesiones esto es lo que ha
hecho el padre y que ha tardado más de siete días en ser curado. Ah, se
me olvidaba, y también un golpe en el labio inferior. ¿Y saben por qué?
porque llevaba un día y medio sin hacer los deberes de matemáticas. No
porque hubiera tirado a su hermana por la ventana, no, porque no quería
hacer los deberes.
Lo que más me sorprende, o no, son los comentarios de la
gente. Apoyando al padre. Por supuesto nadie dice nada del niño. Ni de
las lesiones físicas ni de las psicológicas que vaya a tener a partir de
ahora. Pero por partes. En primer lugar los padres están
separados lo que ya en sí es un problema (subsanable) para la
estabilidad emocional del niño. En segundo lugar la madre ha denunciado y
ya todo el mundo da por hecho que es por fastidiar al padre. ¿En serio?
Para mí leer eso suena tan chirriante como si leyese que una mujer ha
denunciado a su marido por malos tratos sólo por hundirle en la miseria.
Una mujer con un parte de lesiones, quiero decir. Y sí, obvio que habrá
mujeres que hagan denuncias falsas y son unas auténticas delincuentes
pero, oiga, eso no es excusa para no poner o no justificar el resto de
los malos tratos. No sé si me explico.
Sé que en este tema soy minoría y no me importa. No justifico
el maltrato jamás, hacia nadie. Y lo de este padre lo es. Escuece, sí,
lo sé. Sé que escuece porque mucha gente pega a sus hijos creyendo que
esa es la mejor para educar y porque así se lo han hecho a ellos “y no
les ha pasado nada” ¿Seguro? Todo, absolutamente todo lo que vivimos en
nuestra infancia queda grabado en nuestros corazones. Así lo explica Olga Carmona en una entrevista que le hice hace tiempo para este diario que puedes leer pinchando aquí.
Nos ha costado mucho como sociedad llegar al pleno convencimiento de
que a las mujeres no se les pega. Nadie en su sano juicio pega a su
mujer por su bien y lo dice abiertamente. Sin embargo, a los niños, con
la excusa de educarlos se justifica la torta a tiempo. ¿A tiempo de qué?
Y la gente no parece tener ningún reparo en reconocer que a veces es
necesario pegar a los niños. Y no me cabe en la cabeza. No concibo que
alguien mucho más fuerte ejerza esa violencia. Se me escapa. Sé que a
todos se nos puede escapar un cachete pero a cualquier ser humano, no
sólo a los niños, pero eso es producto de nuestra ira no controlada, de
nuestra agresividad.
¿Tú
qué quieres para tu hijo? ¿qué mensaje le quieres trasmitir? ¿todavía
no sabes que los niños aprenden por imitación? ¿todavía no lo has
comprendido? Si tú gritas, ellos gritan, si tú te quitas los zapatos al
entrar en casa, ellos lo harán. Si tú criticas a la gente cada vez que
te sientas en tu mesa a comer ellos aprenderán a hacerlo (no sin antes
sacarte los colores chivándose en plena calle) Si tú les pegas, ellos
pegarán.
Trata a tus hijos con respeto.
-No les grites.
-Jamás les pegues. Pierdes la calma, pierdes la razón. El adulto eres tú.
-No les hagas chantajes emocionales tipo: pues ya no te quiero.
-Nunca, nunca, jamás los insultes.
Reflexiona un momento y recuerda el niño que fuiste. Viaja a
ese momento y desde esa perspectiva entiende a tu hijo. No tienes que
ser su amigo pero sí jugar con él. Tienes que ponerle límites pero no
coartar su libertad primaria. Tienes que educarlo pero jamás golpearlo.
No lo hagas, pegar está mal. No se hace. Nunca. Punto. No tiene
discusión, métetelo en la cabeza. Piensa una cosa muy importante. Si tu
hijo te pregunta: ¿Por qué me has pegado? Y tú le contestas, porque te
has portado mal, le estás trasmitiendo que cada vez que alguien se porte
mal con él deberá pegar. ¿Quieres enseñarle eso a tu hijo? ¿Quieres
que sea un macarra? Porque yo creo que una persona que resuelve sus
conflictos a leches es una macarra…¿o no?
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No te vayas todavía. Mira este vídeo. Dura sólo un minuto y medio
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