Cómo deshacerse de la tristeza

¿Qué es la energía negativa científicamente hablando? ¿Puede afectar a una persona hasta el punto de caer en la tristeza? ¿Cómo deshacerse de ella?

Responde: Nika Vázquez.

Científicamente no existen estudios que corroboren la idea de energías positivas o negativas en nuestro cuerpo. Lo que sí habla la psicología es de emociones adapatativas o desadaptativas, en lugar de positivas o negativas. Las emociones las desarrollamos para sobrevivir, para sentir lo que vamos experimentando, y adaptarnos así a los cambios que vamos viviendo. Pero no siempre las expresamos y sentimos adaptativamente. Por ejemplo, la tristeza, cuya función es llegar a aceptar la pérdida, puede ser la emoción que predomine en nosotros, y hacer que nos vayamos aislando y perdiendo el contacto con el mundo exterior, regocijándonos de ese sentimiento.

El mantener una emoción o un sentimiento con nosotros, anclado a nuestra vida, depende únicamente de nosotros mismos. Las emociones llevan consigo una interpretación cognitiva, y posteriormente una actitud o conducta. Si ante la tristeza pensamos que es una emoción normal y necesaria para adaptarnos, la viviremos el tiempo necesario para, luego, seguir adelante. Sin embargo, si ante esa misma emoción pensamos que no saldremos nunca de esa situación, y nos anclamos en la autocompasión, esa emoción se convierte en desadaptativa, no cumple la función para la cual fue creada, y nuestra actitud ante la vida depende de la visión de la vida que adoptamos.

Para la modificación de esa visión negativa de la vida y de nosotros mismos, la programación neurolingüística (PNL) puede ser una herramienta eficaz. Se trata de una corriente psicológica que estudia la experiencia humana subjetiva, cómo organizamos lo que percibimos y cómo revisamos y filtramos el mundo exterior mediante nuestros sentidos. Además explora cómo lo describimos con el lenguaje y cómo reaccionamos, tanto intencionadamente como inconscientemente, para producir resultados.

Por otro lado, estudios recientes desarrollados en Manchester, han descubierto que tenemos más amigos en las redes sociales que en la vida real, y que solemos relacionarnos más con las personas que tienen un estado de ánimo similar al nuestro. Así pues, más que relacionarnos con personas con actitudes negativas ante la vida, nos es más beneficioso relacionarnos con personas que tengan una visión positiva, ya que de alguna manera, el contagio de actitudes será recíproco, y se reforzará.

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