El doctor Michel Odent, uno de los principales científicos internacionales en la atención al parto natural, impartió ayer en la Facultad de Medicina de la Universidad de Zaragoza la conferencia Investigación en parto y salud primal. La cita estuvo organizada por Asociación científica de matronas de Aragón, el Máster de Ciencias de la Enfermería Ciencias de la Salud y la asociación Vía Láctea.4
--Mientras todo el mundo usa la palabra humanizar usted habla de mamificar el parto. ¿A qué se refiere?
--Necesitamos presentar al ser humano como homo sapiens, recordar que es un mamífero. El ser humano es un tipo de chimpancé con un cerebro más desarrollado que otros chimpancés u otros mamíferos. En concreto, tenemos desarrollado en grado extremo una parte del neocórtex (la capa más moderna del cerebro, evolutivamente hablando). Y esta es la razón por la cual el parto es más difícil en los seres humanos. Durante el proceso del nacimiento, que es una etapa más de la vida sexual, hay inhibiciones, interferencias que son provocadas por el neocórtex.
--¿Y cómo se pueden superar estas interferencias?
--Sí, es muy importante entender cómo superar esta dificultad y la solución es simple. Cuando la mujer está dando a luz el neocórtex debe dejar de funcionar, debemos dejarlo descansar. Cuando el intelecto no está bloqueando el proceso este es similar al del resto de los mamíferos.
--No parece sencillo que conseguir que el intelecto se dé un descanso.
--Cuando una mujer está de parto debe estar protegida de cualquier estimulación del neocórtex. Y es particularmente importante evitar el uso del lenguaje, hay que evitar que la parturienta hable, ya que el habla es la característica más importante del ser humano. Cuando descansa podemos eliminar cualquier tipo de condicionamiento cultural, sobre todo el miedo a dar a luz que es fuerte y ha sido creado con la palabra.
--Pero este modo de dar a luz está lejos del que se está practicando en los hospitales.
--Lo que está lejos de verdad es la forma de dar a luz actualmente respecto de lo que se ha hecho durante cientos de años. Los patrones culturales han enfatizado las dificultades del nacimiento humano y las han amplificado a través de las creencias rituales.
--¿Y qué puntos recomendaría usted para mejorar el momento del parto?
--Una mujer de parto necesita no ser observada ya que cuando se siente observada el neocórtex se estimula. Muchas sociedades han socializado el nacimiento y la mujer no puede dar a luz por sí misma. Tenemos medios muy importantes de interferencia porque no nos damos cuenta de la importancia que rodea al parto. Los actuales servicios de Obstetricia interfieren en el proceso y cada vez tenemos más mensajeros visuales: cámaras de fotos, de vídeo, registrando el parto. Es una epidemia. Una mujer dando a luz rodeada de gente no es lo más natural, aunque dé a luz en el agua o de rodillas.
--¿Qué recomendaciones daría a una mujer que vaya a dar a luz próximamente?
--Es difícil dar recomendaciones, pero sí unas líneas básicas que deben adaptarse al lugar donde está la futura madre. La mujer necesita sentirse segura, no sentirse observada. Hay que buscar un buen entorno. Lo que he aprendido de mi experiencia de medio siglo en nacimientos es que el mejor ambiente para un parto fácil y rápido es que la mujer solo esté acompañada por una matrona con experiencia y silenciosa. Nadie más. Si la mujer se siente observada hay que buscar a alguien que sea como su madre, que le haga sentir cómoda. Lo que pasa es que encontrarla puede no ser fácil.
MARÍA EUGENIA CARREY. Publicado en el periodico de Aragón 27/1/2010
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