“No pasa nada por darle un biberón”.
Este es uno de los mitos más extendidos. Evidentemente un biberón no va a ser veneno para la mayoría de los niños, pero a muchos de ellos puede que les produzca una grave reacción alégica en forma de eccema, bronquiolitis, otitis, gastroenteritis, ...
Además, un biberón suele llevar a otro, y otro a otro más, disminuyendo peligrosamente la producción de leche materna.
“Si pide antes de 3 horas es porque tu leche no alimenta” o “tomar tanto pronto le hará daño”
Otro mito por desgracia bastante extendido. La leche humana es el alimento perfecto y adecuado para el bebé. Se digiere bien y no empacha. Por esto es importante dar el pecho a demanda, sin mirar el reloj.
“Tu leche no le engorda”
Tendemos a relacionar un bebé lustroso con salud, cuando no es así. Quizás hace 40 años, cuando pasaban hambre, eran los niños de los ricos los más hermosos. Hoy en día se sabe que la obesidad es un mal causante de muchas enfermedades. Las tablas de peso actuales estan hechas con niños de biberón. Si los mayores nos atiborramos a dulces estamos gordos, pero no sanos. Los bebés igual.
“No tienes suficiente leche”
La leche se produce con arreglo a la demanda. No hay alimentos ni bebidas que la produzcan. Solo una succión a demanda por parte del bebé hará aumentar la producción.
“Hay que dar 10 minutos cada pecho”
No es cierto que haya que limitar el tiempo. Se debe dar el primer pecho hasta vaciarlo, para favorecer la ingesta de la leche grasa del final. Si lo desea, dar el segundo pecho. Esto no produce obesidad.
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