Las madres pasarán todo el alumbramiento en salas individuales acompañadas de su familia, y se favorecerá el parto natural.
Arranca la segunda fase del maternal de La Arrixaca, que multiplicará por seis los paritorios
La segunda fase del materno infantil de La Arrixaca ya está en marcha. Los operarios han comenzado a demoler parte del viejo edificio del maternal para construir en su lugar un nuevo pabellón que revolucionará el modelo asistencial: tendrá salas individuales en las que las pacientes pasarán todo el proceso de alumbramiento, desde la dilatación al posparto, con más intimidad y rodeadas de su familia. Cuando terminen las obras -el plazo de ejecución es de 18 meses- La Arrixaca contará por fin con una infraestructura anhelada desde hace mucho tiempo.
El primero de los pabellones del nuevo materno infantil abrió sus puertas este verano. Alberga la UCI pediátrica, Neonatología (el área destinada a los prematuros) y los quirófanos. Ahora comienza la construcción del segundo de los pabellones: el que albergará la zona destinada al maternal. Tendrá cuatro plantas y permitirá pasar de las cuatro salas de dilatación y tres paritorios que hay actualmente a 18 salas individuales en las que las parturientas pasarán todo el proceso, desde la dilatación hasta el alumbramiento, en compañía de sus familias. «Ahora las pacientes tienen que pasar hasta por tres espacios diferentes -explica Manuel Alcaraz, director de La Arrixaca- primero están en dilatación compartiendo habitación con otras mujeres, después van al paritorio, y es posible que incluso tengan que ir al quirófano si es necesaria una cesárea».
Con el nuevo modelo, las salas estarán preparadas para que, ante cualquier emergencia, pueda llevarse a cabo una cesárea allí mismo. En caso de que la operación no tenga que realizarse de forma sobrevenida, la paciente sí será trasladada a los quirófanos.
Habitaciones individuales
El nuevo pabellón maternal tendrá además 208 camas. El 50% de ellas estarán en habitaciones individuales, y desaparecen los nidos. «Ahora hay todavía una mínima separación entre madre e hijo, pero eso se acabará en el nuevo edificio. Los dos estarán en la misma habitación todo el tiempo», explica Manuel Alcaraz. Eso permitirá fomentar la lactancia materna, algo en lo que el hospital está especialmente implicado. En definitiva, se trata de hacer del parto y el posparto algo más natural, menos traumático y medicalizado.
Las matronas llevan mucho tiempo liderando este proceso de 'reconversión' del hospital, que implica más intimidad, más acompañamiento a la paciente por parte de la familia y más contacto entre la madre y el bebé. Esta filosofía funciona ya en el área de Neonatología, donde permanecen los prematuros hasta que pueden salir de la incubadora. Antes, los bebés permanecían aquí casi aislados de su madre. Ahora, se les permite pasar más tiempo juntos para fomentar la lactancia materna y evitar estrés en el recién nacido. Además, no sólo se han abierto las puertas de esta zona a las madres. También los padres tienen más facilidades para entrar.
El proyecto es muy complejo, porque mientras duren las obras el maternal tiene que seguir funcionando con sus instalaciones actuales. Los partos continuarán como hasta ahora, con total normalidad, mientras se construyen los nuevos paritorios. Si se cumplen los plazos, a mediados de 2011 el nuevo pabellón maternal estará acabado. Sin embargo, eso no significa que el proyecto haya finalizado por completo. Quedará todavía una tercera fase: la construcción del pabellón pediátrico, con 220 camas y un área de urgencias. La Arrixaca tendrá además infraestructura para contar por fin con una unidad específica dedicada a los trastornos alimenticios, como la anorexia y la bulimia. También habrá más espacio para la psiquiatría pediátrica, y el hospital aspira además a poner en marcha programas de reproducción asistida y a instalar una guardería destinada a los hijos de los trabajadores. Será el final de un largo y complejo proyecto que habrá costado más de 39 millones de euros.
Noticia extraida del La verdad.com
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