”http://www.laopinioncoruna.es/ A.M. / A CORUÑA / Lunes 11 de enero de 2010
La alimentación de los niños durante sus primeros meses de vida es uno de los factores que condicionan su salud a corto y a largo plazo.
La responsable del departamento de Educación Maternal del Materno Infantil Teresa Herrera de A Coruña, Eugenia Laiño, destaca la importancia de la ingesta de leche materna durante el período de lactancia, tanto por sus componentes inmunológicos y su capacidad de adaptación a las necesidades del bebé, como por el vínculo que se crea entre la madre y el amamantado.
-Preparto, parto, postparto… ¿En qué etapa incide la Educación Maternal?
Aunque es importante ofrecer toda la información necesaria a los futuros padres desde el momento en el que deciden tener un hijo, los grupos postparto son muy relevantes para el apoyo y la resolución de dudas de las madres. Una cosa es la teoría que recibes durante el embarazo sobre lo que te vas a encontrar y otra muy diferente el momento en el que tienes a tu bebé en brazos. La terapia de grupo ayuda a que las madres se sientan normales e iguales a las demás en cuanto a sus dudas y agobios.
-Entre otras cosas, aconsejan que se cumpla el período de lactancia recomendado, ¿cuál es la importancia de la leche materna?
Es un alimento que tiene la peculiaridad de adaptarse a las necesidades que el bebé tiene en cada momento. La leche materna es algo vivo, que cambia de composición en función de las etapas de vida del recién nacido. Al principio de la toma, el niño mama un poquito y recibe leche con poca grasa que le sacia la sed. Al final de la toma, la leche tiene más grasa, y sacia su apetito. Además, esta leche es de la misma especie que el bebé, por lo que es mucho más fácil de digerir que la leche artificial.
-Dicen que la leche materna previene posibles enfermedades futuras del niño…
Es cierto, ayuda a prevenir alergias e intolerancias y tiene componentes inmunológicos que protegen al bebé de enfermedades de la madre. Por ejemplo, con el caso de la gripe A se está viendo que los amamantados tienen procesos más leves y cortos, faltando mucho menos a la guardería que los que son alimentados con leche artificial. Así, podría decirse que tanto el lavado de manos como la lactancia materna ayudan a prevenir el virus H1N1 en los más pequeños.
-¿Es mayor el vínculo que se crea entre la madre y su bebé en estos casos?
Para el niño amamantado, la madre lo es todo, es quien le da calor, seguridad y alimento. Pero las madres que no dan de mamar a sus hijos también pueden crear vínculos muy fuertes, se recomienda que les den de comer pegándolos a ellas, piel con piel, para que sientan el mismo calor que cuando maman. El problema de dar biberón es que son muchos los miembros de la familia los que pueden dárselo, cada uno a su manera, y el niño puede llegar a sentirse inseguro a la hora de comer.
-En cuanto a la nutrición infantil, ¿tienen relación los casos de obesidad con la alimentación recibida durante el primer año de vida?
Es cierto que existen estudios sobre la obesidad infantil y la lactancia materna que concluyen que existe una relación en algunos casos. Cuando el bebé es amamantado a demanda, toma lo que quiere y cuando quiere, por lo que la ingesta sacia su apetito, cubriendo sus necesidades. Sin embargo, con la leche artificial son los padres los que marcan las tomas y la cantidad de las mismas, la cual suele ser mayor de la que ellos mismos comerían. El problema de marcar estas cantidades es que acostumbramos al niño a comer más de lo que necesita, como cuando se le entretiene mientras baja por un tobogán y se le mete la cuchara de papilla en la boca. La leche materna protege al niño contra problemas de obesidad, diabetes, algunos tipos de alergias… pero tampoco hay que olvidar que existen muchos otras otras patologías relacionadas con el peso de los menores, por lo que la lactancia no es el único motivo.
Texto publicado en la web de sina http://asociacionsina.org/.
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